lunes, 30 de marzo de 2015

Sumando esfuerzos para llegar al consumidor


Las Denominaciones de Origen celebraron su Asamblea General en Madrid, como parte de un programa organizado por Vinos de Madrid en conmemoración de su 25 aniversario. Numerosas Denominaciones de Origen de las principales zonas de producción del país asistieron este lunes a la Asamblea General de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV). Entre los acuerdos adoptados, destaca uno por encima de todos: situar al consumidor en el centro de las miradas y que éste sea el objetivo de un esfuerzo conjunto y continuado por parte de las denominaciones de origen. En la Asamblea se abordó también el desarrollo normativo del sistema de autorizaciones para nuevas plantaciones y replantaciones de viñedo y su aplicación en nuestro país. También se abordaron otros asuntos ligados a la protección de las denominaciones de origen en mercados internacionales, como la situación del proceso de delegación de dominios .win/.vin, las negociaciones de la UE y EE.UU. en la búsqueda de un acuerdo de libre comercio o las políticas relativas a la calidad de los productos agroalimentarios.

Conscientes de que el consumo de vino está en el centro de las preocupaciones de las bodegas y viticultores de nuestro país y en el de las suyas propias, las denominaciones de origen que forman parte de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas acordaron seguir sumando y centrar sus esfuerzos en la puesta en marcha, a partir del próximo otoño, de nuevas acciones de promoción que permitan que el vino con D.O. vaya, poco a poco, paso a paso, conquistando a nuevos consumidores. La labor de promoción que realizan ya las diferentes denominaciones de origen y las bodegas a ellas adscritas, tanto en sus mercados de origen, como en mercados exteriores, debe ser, a juicio de los responsables de las D.O. españolas, reforzada. Las D.O. son conscientes de que cualquier esfuerzo, por pequeño que sea, ayuda en este objetivo. Todo suma para llegar a quien es el destino final de todos los esfuerzos por hacer los mejores vinos: el consumidor. Ejemplo de ese compromiso ha sido y seguirá siendo el apoyo y la co-financiación que CECRV presta a la campaña Quien sabe beber, sabe vivir, iniciativa del sector vitivinícola, en la que participa junto a la Federación Española del Vino. Las D.O. entienden la labor realizada hasta el momento como un punto de partida, por lo que, tras esta campaña, CECRV pondrá en marcha una nueva iniciativa en la que el vino con D.O. será el gran protagonista. 

La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas integra en la actualidad a 52 Consejos Reguladores, representativos de 54 denominaciones de origen. Según los últimos datos publicados por el MAGRAMA (campaña 2012-2013), en términos comerciales sus asociados agrupan a 3.713 bodegas en todo el país (el 92,2 % del total de bodegas adscritas a las 69 D.O.), que comercializan 11.240.340 de hl. de vino con D.O., la inmensa mayoría de la comercialización del vino envasado con D.O. en España (98,8 %). Estos 52 Consejos Reguladores integran a 123.787 viticultores (el 92,3% del total de viticultores adscritos a las 69 D.O.) y son titulares de 552.170 hectáreas de viñedo (el 95,5 % del total de superficie adscrita a las D.O.).

C.E.C.R.V


lunes, 23 de marzo de 2015

La construcción social de la calidad


Para que un consumidor escoja en el punto de venta un vino determinado y, por ende, este producto muestre su ventaja competitiva sobre otras alternativas, deben haber confluido anteriormente muchas otros factores a lo largo de toda la cadena de valor. Desde las características edafológicas del suelo donde está plantada la viña, pasando por las técnicas de cultivo, el material vegetal utilizado, la elaboración del vino, la presentación del producto, su inserción distributiva y la notoriedad e imagen que tiene la marca en el mercado de consumo. Todos estos elementos, debidamente combinados, son lo que convierten unos productos en más competitivos que otros. Por lo tanto, el análisis de competitividad debe trazar un movimiento desde el punto de venta hasta la cepa, porque el origen de la competitividad estriba en el conjunto de la cadena de valor.

Lo que es la calidad del vino a lo largo de esta cadena de valor es una construcción social, más que una propiedad objetiva e intrínseca en el sentido enológico del término. Para comprender cómo se construye la calidad en la cadena de valor es útil emplear el concepto de las “convenciones de calidad”. Las convenciones, negociadas entre los actores que forma parte del “negocio del vino”, incluyen desde las bases formales (legales, normativas) de la producción hasta las costumbres informales de transacción, pasando por la regulación de los propios mercados. Los actores principales son aquellos que, por tamaño u otros factores relacionados, sean capaces de influir claramente en la creación y difusión de los estándares de calidad. Estos estándares no se limitan al producto tangible en sí, incluyen también la definición de un amplio abanico de condiciones comerciales (ejemplos son los plazos de pago, las condiciones de entrega, o las exigencias de promoción por parte del fabricante).

Las convenciones de calidad se fundamentan por diferentes “mundos de legitimación”. Ponte (2009; ver gráfico) destaca varios tipos. En una convención de mercado es el precio el que marca la calidad y en una convención industrial destacan las inspecciones y certificaciones de cánones técnicos. En cambio, en la convención doméstica predomina la confianza entre los actores en el contexto de las costumbres sociales locales (“aquí hacemos las cosas así”, “lo nuestro”). A su vez, la convención cívica pondera en mayor medida la responsabilidad social y ambiental de la cadena de valor, mientras que la convención de opinión hace un uso activo de los líderes de opinión. Por último, la convención inspiracional realza el proceso creativo de la producción y centra su atención en el productor como genio y figura social en un sentido amplio.

Convenciones de calidad y cadena de valor

Los vinos canarios han construido su calidad casi exclusivamente desde la esfera doméstica. Ahora, y multiplicado por la crisis, se ven bajo una creciente presión de un sistema distributivo cada vez más concentrado que pondera casi exclusivamente las convenciones industriales y de mercado. Contrarrestar esta presión pasa por reforzar la imagen de un producto canario (convención doméstica) cuya calidad (y precio) también se justifica por razones de responsabilidad social y ambiental (la convención cívica: alimentos de proximidad, soberanía alimentaria, creación de empleo). Y aun siendo deseable, más difícil será defenderse a través de los líderes de opinión, porque cuestan lo suyo, y las convenciones inspiracionales (¿o tenemos algún “Steve Jobs de los vinos canarios”?).

D.G.


lunes, 16 de marzo de 2015

Concurso Alhóndiga de Vinos con Denominación de Origen 2015



En menos de un mes, nos encontraremos inmersos en el XXVIII Concurso Regional de Vinos Embotellados de Canarias, Alhóndiga 2015. Con el objetivo fundamental de propagar la cultura del vino y premiar a miles de viticultores y bodegueros que conservan esta tradición, con tantas propiedades saludables y de disfrute personal.

Este concurso es un referente regional, estimulando la participación tanto de bodegas arraigadas como nuevas, que buscan un hueco en los diferentes segmentos del mercado. La difusión de la indiscutible calidad de los vinos canarios y de los mejores valorados, en todos los medios de comunicación posibles, hace que sea un concurso de referencia, no solo para los consumidores habituales de este alimento sino también para el nuevo público que se incorpora al mundo del vino.

Por eso desde aquí, invito a participar a todas las bodegas y a presentar como cada año sus vinos tradicionales, así como esas novedades o vinos alternativos capaces de conquistar a nuevos consumidores, abiertos a nuevas vinificaciones.



F. D.

lunes, 9 de marzo de 2015

Un lugar único: La Tienda del Consejo Tacoronte-Acentejo



¿Has pensado alguna vez en un único enclave donde puedas encontrar más de cincuenta referencias de vino Tacoronte-Acentejo?

Pues ese lugar existe y se llama “La Tienda del Consejo”, y obviamente, está localizada en la sede del Consejo Regulador de la D.O. Tacoronte-Acentejo, en la misma Carretera General del Norte nº97, en el municipio de Tacoronte (Tenerife). En este singular enclave, la oferta de vinos Tacoronte-Acentejo recorre todos los posibles sabores y aromas que puedas anhelar: tinto, blanco, rosado, dulces, con barrica, etc. En ella, se encuentran elaboraciones de aquellas bodegas de nuestra comarca vitivinícola que desean vender su producto en la misma; por lo tanto, la variedad de vinos es inmensa. ¡Es más! puedes encontrar también en este sitio, cómodamente, aquellos vinos premiados que no localizas en tu entorno inmediato.

Y para los consumidores y amantes el vino que no residan en esta isla cabe la opción del comercio electrónico, pues también puedes acceder a esta tienda a golpe de click, y en apenas 72 horas, conseguir que los vinos elegidos estén en tu hogar –en este caso estamos hablando de una disponibilidad para el territorio nacional–. La web en cuestión es: www.latiendadelconsejo.es

Y una curiosidad: siempre que se compra en esta tienda, hay un obsequio complementario que te llevas junto a los vinos. No cuento más.

En resumen: ¿Hay algún consumidor aun que no se atreva a adquirir Tacoronte-Acentejo con estas facilidades y variedad de marcas disponibles?



Santi S.

lunes, 2 de marzo de 2015

¡Vino en botella… pero no sólo!



Sabemos que contamos con excelentes vinos, elaborados por cualificados técnicos y provenientes de históricos viñedos, pero a tenor de los últimos datos de comercialización y consumo somos conscientes de que eso no es suficiente para acceder al consumidor y fidelizarlo. Los mercados definidos por unos consumidores cuyos hábitos de compra, momentos de consumo, preferencias, lugares de compra… han cambiado mucho y lo van a seguir haciendo en los próximos años.

Preguntas que debemos tener presentes a la hora de poner un producto en circulación; ¿para quién hacemos el vino? ¿en qué tipo de mercado se va a vender?, ¿en qué formato?, ¿con qué presentación?. Teniendo estas cuestiones en mente, está claro que una cuestión que nos asalta es que hay alternativas a la botella para el envasado de nuestros productos y hay que tenerlos presentes y conocerlos.

La botella es la reina tanto en las ventas nacionales de vino como de las exportaciones, pero otro tipo de envases avanzan y hay que estudiar ese mercado, sus consumidores y nuestras posibilidades.

Existen embalajes de calidad, medioambientalmente sostenible, que conserva las propiedades del producto, seguro, cómodo, práctico, moderno; calificativos todos que están atrayendo la atención del consumidor y por lo tanto el vino tiene el reto de adaptar estas tendencias a sus propias características y condicionantes.



Mari Paz Gil