lunes, 12 de febrero de 2018

El injerto en viña





En este método de propagación vegetativa y asexual, el vástago o púa de una determinada variedad se inserta en el patrón de otra variedad. Las plantas de vid que serán injertadas deben estar sanas, vigorosas y relativamente jóvenes. Aunque el tipo de injertos varía, generalmente el injerto más utilizado en la comarca es el de hendidura y prácticamente el único requisito para que el injerto pegue es que el contacto entre púa y patrón, sea en la capa de células situadas debajo de la corteza, llamada “cambium”. Esta área puede secarse fácilmente por lo que hay que procurar mantener la humedad en la misma.

La formación de las púas se realiza con un trozo de sarmiento al que le dejaremos una, dos o tres yemas en estado de reposo. Formamos una cuña en el extremo de las púas cuya longitud es de 5 veces su diámetro. Con este tipo de púa realizaremos el injerto de hendidura simple o doble. La mejor época para el injerto es antes del inicio de la floración para evitar que la circulación de la sabia provoque una sangría en el patrón. Aunque el injerto se suele utilizar para varios fines el más extendido en la comarca, es el del cambio de variedad y en estos casos ya que el diámetro del patrón lo permite se ponen dos púas en los costados del corte, como se observa en las imágenes.

De cualquier modo para tener éxito con el mismo, se requiere también de sutileza y práctica.

F. D.

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